Menú d’Ací en Baalbec

Del 1 al 17 de octubre participamos en el evento Menús d’Ací, una iniciativa de la Confederación Empresarial de Hostelería de la Comunidad Valenciana. Aunque pueda resultar curioso que Baalbec, un restaurante que hace gala de la cocina de Oriente Próximo participe en un evento como este, que promueve el producto local, para nosotros es perfectamente coherente con nuestra filosofía de “Decolonial Food”.

En nuestros restaurantes, a la vez que valoramos y respetamos la riqueza aportada por las distintas tradiciones culinarias, alentamos el encuentro e intercambio de culturas. Estamos convencidos de que compartiendo ideas, ingredientes y buenas prácticas ayudamos a la evolución de nuestra gastronomía y nuestra forma de comer. El mundo interconectado de nuestros días es el escenario ideal para el florecimiento de la Decolonial Food.

La cocina de Baalbec nos resulta familiar. Reconocemos el producto mediterráneo en la cocina de la otra orilla. Pero afortunadamente, la gastronomía de cada país es un mundo, y nos sorprende gratamente el uso de las especias y la influencia de culturas y costumbres distintas a la nuestra.

 

 

La Decolonial Food fomenta una alimentación que contribuye a nuestra salud, bienestar y felicidad y ayuda a entender el origen de los alimentos que ingerimos y su conexión con las familias, la historia y la vida. Es una filosofía que arranca de la premisa de que debemos compartir y aprender todos juntos. La Decolonial Food aspira a ser sostenible ecológica y económicamente, apoyando a escala local y global a los pequeños productores y trabajando por un mundo que acoja con igual generosidad a las personas y a sus gastronomías.

 

 

En estos meses, aquí, en España, nos encontramos entre los países más afortunados en el control de una emergencia sanitaria global que sigue lastrando grandes zonas del mundo. La comida y sus canales de abastecimiento son factores esenciales en el origen de esta emergencia y serán elementos capitales para la reconstrucción. Al principio de la pandemia, nos acostumbramos a leer que, cuando todo esto acabe, el mundo no podrá regresar a la normalidad, precisamente porque el problema radica en lo que hasta ahora se consideraba «normal». Pues ha llegado el momento. Necesitamos replantearnos lo que comemos. La comida nos conecta entre nosotros y, literal y visceralmente, con nuestro planeta. Usémosla para ayudar a construir, tras este desastre, un mundo mejor en el que el producto local y de temporada, la sostenibilidad y la justicia alimentaria sean los ingredientes protagonistas de nuestra cultura gastronómica.